domingo, 18 de junio de 2017

Plurinacionalidad

Un país no es lo que una declaración política partidaria diga, sino lo que refleja su realidad y lo que dice su Constitución. El preámbulo de la española habla de "la Nación española" (los legisladores lo han puesto con mayúscula) y el artículo 1.1 dice que "España se constituye en un Estado social y democrático de derecho..." (en lo de social y democrático deben los partidos de izquierda hacer énfasis, porque no lo harán otros). Los artículos 143 y siguientes hablan de las Comunidades Autónomas.

No es la primera vez que digo que, cuando se redactó la Constitución, lo mejor hubiera sido que se reconociese dicha autonomía, incluso asimétrica, a Cataluña y las provincias vascas, pues era y es donde hay verdadera demanda de reconocimiento a sus singularidades. Canarias, por su parte, podría gozar de algunas prerrogativas por la insularidad y la lejanía de la península. En el resto de los casos el tiempo diría. Pero se prefirió hacer tabla rasa con todos los territorios creando regímenes autonómicos en La Rioja, Murcia, Madrid... que tienen tanto de naciones como yo de obispo.

Cuando un partido político reconoce en una de sus resoluciones la plurinacionalida de España, deberá concretar que entiende por ello, porque de lo contrario no es más que un brindis al sol o un guiño al nacionalismo catalán, hoy lanzado a la subversión. Pero creo que dicho partido no va a obtener ni un solo voto más por haber aprobado dicha resolución si la cuestión es meramente táctica. Hablar de nación de naciones está bien y no debe escandalizar a nadie, pero es una frase hueca, porque no se ha consultado a los cántabros, a los andaluces, a los manchegos o a los murcianos si se consideran una nación diferenciada de otras. Creo que la mayoría de los españoles se consideran miembros de la nación española, que se empezó a forjar territorialmente a finales del siglo XV y cobró carta de naturaleza desde la invasión napoleónica a principios del XIX.

La mayoría de los gallegos, por ejemplo, que votan una y otra vez a un partido conservador que tiene sus raíces en el franquismo, no se sienten sino españoles (gallegos también pero no de una nacionalidad integrada en otra). El tema es más académico que político, pero algunos políticos (respetabilísimos) se han empeñado en incorporarlo, seguramente por el problema planteado en Cataluña. Aún no está claro qué entiende cada uno por nación, pues aunque en un principio pudiésemos decir que es la comunidad que se siente unida por lazos históricos, lingüísticos, culturales, que comparte un territorio con un paisaje, un folklore y una cultura comunes, tal asunto ha de interesar más bien poco a los partidos de izquierda, que debieran hacer hincapié en las diferencias de clase. Yo estoy más indentificado con un asalariado chino que con un banquero o especulador gallego.

Ya los buenos galleguistas que aprobaron el Estatuto de 1936 dijeron que "Galicia se organiza como región autónoma en el Estado español" en su artículo 1. Renunciaron, muy conscientemente, a cierta etnicidad propia de Galicia que recogían otros textos anteriores y que se prestaba e equívocos. El jacobinismo ha sido característica fundamental de los grandes partidos socialistas europeos, conscientes de que un Estado fuerte puede hacer frente a los problemas que padecen los más débiles. Un Estado fragmentado suele ser pasto de división y desigualdad.

No se crea que ignoro la realidad de mi país: una vez que hay comunidades autónomas hay que seguir con ellas haciéndolas más solidarias las unas con las otras; una vez que parte del país asume lo de la plurinacionalidad (creo que la minoría) habrá que llenarla de contenido para evitar errores gravísimos que acechan. Una vez que España tiene un problema grave con el nacionalismo catalán (no es la primera vez) el Etado debe de ser fuerte, comprensivo y concitar el máximo apoyo de la ciudadanía en el cumplimiento de la ley, sobre todo cuando esta ha sido aprobada democráticamente. 

¿Pueden entonces los nacionalistas catalanes decidir, como ellos dicen? Claro que pueden, lo han hecho más que ninguna otra comunidad autónoma, pues han aprobado dos Estatutos, pero pueden decidir sin vulnerar la ley, de la misma forma que un padre o una madre pueden decidir lo que conviene a su familia excluyendo matarla de hambre. Una secesión solo es posible si un porcentaje altísimo de la ciudadanía la demanda: no es el caso en Cataluña.

L. de Guereñu Polán.

1 comentario:

FUNDACIÓN LUÍS TILVE dijo...

Todas las palabras, por importantes que sean, evolucionan en su significado, Como experto en historia sabes que hay pueblos sin nación, naciones sin estado, e incluso estados sin territorio.
Lo más importante de las definiciones es su concrección en normas y actos que impactan en los ciudadanos afectados y en sus vecinos.
Isidoro