sábado, 8 de julio de 2017

El clima

Algunos especialistas sostienen que el clima ha condicionado la historia de la humanidad, y seguramente es así, pues el ser huamno no habría podido desarrollar ciertas actividades con el suelo cubierto de nieve y hielo durante siglos, así como sí pudieron las primeras sociedades natufienses y neolíticas sedentarizarse y comenzar con las actividades agrarias y ganaderas (o al revés). Pero un materialista insistirá en que la evolución de la historia ha sido consecuencia, sobre todo, de la lucha entre unos individuos y otros, entre unos grupos humanos y otros por razones económicas, de explotación y de acumulación de riqueza.
 
Ciertamente, hace unos 12000 años hubo un calentamiento global en la Tierra (que se fue manifestando lentamente) y no podemos achacarlo a la acción del hombre, pues no emitía gases contaminantes a la atmosfera, no excavaba minas de carbón, no explotaba el petróleo, no disponía de automóviles a motor, ni calefacciones, ni aire acondicionado... 

Durante el cambio de era, hace unos 2000 años, también se produjo un cambio climático con un enfriamiento de las condiciones ambientales; los campos en algunas regiones del planeta se arruinaron, particularmente en el norte de África, que es donde el fenómeno está más estudiado, además de en el continente europeo y en China. El volcán Ilopango, en El Salvador, emitió tal candidad de polvo a la atmosfera que algunos sostienen oscureció toda la Tierra, impidiendo la radiación solar durante algún tiempo desde el siglo VI de nuestra era. Tampoco el hombre había comenzado ninguna revolución industrial. 
 
Hoy sabemos que cada 1500 años, con márgenes de error de 500 a más o a menos, se producen "eventos climáticos" que modifican el clima en un sentido o en otro, uno de ellos entre los últimos siglos del III milenio y los primeros del II milenio a. de C., que dejó un ambiente seco en amplias regiones del planeta, y ello está relacionado con la iniciativa de los seres humanos para proveerse de los acuíferos (un ejemplo bien estudiado está en La Mancha con la cultura de las "motillas"). 

En fin, en torno a mediados del siglo XIX, cuando la revolución industrial no había hecho sino empezar, hubo un calentamiento que es el que hemos heredado si no estamos sufriendo su acentuación en los últimos veinte años. Debe tenerse en cuenta que la explotación intensiva del carbón, la tala masiva de árboles para embarcaciones, la emisión de gases de efecto invernadero y otras actividades perniciosas para la naturaleza, solo se daban en Inglaterra, algunos puntos de Europa occidental, el nordeste de Estados Unidos y algún otro punto aislado del planeta, por lo tanto vemos que hemos asistido a cambios climáticos (en estos casos sí comprobados) sin que la acción antrópica haya sido determinante o ni siquiera haya existido.

Hay razones astronómicas que explican los cambios climáticos, como la precesión de los equinoccios, los cambios en la orbitación de la Tierra respecto del Sol, la mayor actividad energética de esta estrella en unos "momentos" y otros... y no se agotan aquí las causas. El eje de la Tierra no permanece con la misma inclinación a lo largo del tiempo, sino que, en grandes segmentos del mismo, oscila formando un cono invertido en cada uno de los hemisferios con respecto al plano del Ecuador. Si esto es así  los trópicos y el mismo Ecuador no están expuestos a las radiaciones solares de la misma manera en un ciclo y en otro cuando aquel fenómeno está en evolución. No insistiré sobre este asunto porque no tiene otro objeto que plantear que el ser humano no es el único (y puede que no el más importante) agente para el cambio del clima (hasta ahora no lo ha sido) o para el calentamiento "global".

Es cierto que las grandes cumbres de los estados para limitar la emisión de gases a la atmosfera, para que la industrialización y el desarrollo sean compatibles con la preservación del medio ambiente, chocan con grandes intereses económicos de los que se hacen eco los propios estados. Que el primer mundo no le puede pedir el mismo esfuerzo a países como China una vez que este inmenso país ha sido esquilmado en su parte oriental durante casi un siglo por occidente. Que hay en funcionamiento ya industrias limpias y que la terciarización de la economía contribuirá a paliar el problema, sobre todo si nos hacemos menos dependientes del petróleo y del gas natural. Pero también es cierto que la energía es una necesidad imperiosa en el mundo actual (la ha sido siempre) y que ningún país va a renunciar a ella a cambio de preservar el medio ambiente.

Las energías alternativas y limpias (que no contaminan pero algunas impactan el medio ambiente) son el camino, pero las grandes corporaciones petrolíferas, con los Trump y Putin a la cabeza, no van a renunciar a sus negocios, que van parejos al nacionalismo antiguo y redivivo de los personajes citados y sus seguidores. 

L. de Guereñu Polán.

2 comentarios:

FUNDACIÓN LUÍS TILVE dijo...

Acertado Luis, lee lo publicado sobre este tema en el Foro en octubre de 2013 y abril de 2014, que amplia tu reflexión y recoge las del grupo de expertos de la ONU
Isidoro

FUNDACIÓN LUÍS TILVE dijo...

así lo haré y gracias, Isidoro.