El
periodo electoral está pasando y la posibilidad de alguna abstención
por desconocimiento a algún grupo de presión quizá le vaya bien a
los ciudadanos de a pié la abstención nos es nefasta y cara.
La
UE es barata para el ciudadano: menos de 0,8 € al día, frente a
los 10,50 € de la Xunta de Galicia, o, los 23 €/día de las
decisiones del gobierno del Estado. También, en contra de la opinión
extendida, eficaz en el logro de grandes objetivos, por ejemplo el
primer objetivo de la U.E., antes C.E.E, se ha venido cumpliendo
durante los últimos 75 años: evitar los conflictos armados entre
los que somos vecinos y socios. No es un tema menor, durante los 20
siglos anteriores la situación normal era la de guerra abierta,
desde 1801 hasta 1944 durante todos y cada uno de los días de ese
periodo estuvo activa alguna situación bélica en el territorio de
lo que hoy es ámbito U.E.
Sin
entrar en otros grandes e históricos argumentos, en el terreno de
los intereses más comunes en que nos afectan las decisiones que se
toman, en el ámbito para el que podemos y debemos, votar.
¿Tiene
usted un automóvil? Pues bien, salvo el color, y poco más, que
usted elija, en todo lo demás: condiciones de motor, tipo de
asientos, cinturones, luces, neumáticos, accesorios, etc. quien
decide es el Parlamento y la Comisión Europeas para las que se vota
el próximo domingo.
¿Un
teléfono móvil? Sí, también en esto, quien pone algún límite a
muchas de las tarifas de las que usted “disfruta”, son los
mismos, la U.E., sin ir mas lejos esta misma semana ha entrado en
vigor un precio límite para llamadas domesticas dentro de la U.E.
Puede
ser que sea una persona que no quiere complicaciones tecnológicas y
ni coche, ni móvil, pero usted se alimenta ¿verdad? Quien va
decidir que se planta o cría, prioritariamente, con que se abona el
tomate o se alimenta el pollo, y como se procesan y se envasan,
incluso como deben de rotularse los componentes en el envase y mostrar
los precios en su supermercado, son las personas de quien algunos, en
este momento quieren desentenderse, dejando a otros la elección de
los representantes de su país en donde se van a tomar todas esas
decisiones.
En
como se va a calentar el próximo invierno, si su pueblo va a tener
acceso a internet, en que se va a envasar la cerveza, vino o refresco
que normalmente consume, también tomaran decisiones aquellos a los
que se eligen el 26M.
Por
si opta por la autosuficiencia o el suministro solo local, debe saber
que eso de la Sanidad Pública: condiciones medioambientales,
garantías del agua potable, tratamiento de residuos, procedimientos
frente a epidemias, etc. es un tema con decisión básica en los
órganos del la U.E. Incluso los derechos mínimos como paciente, de
cualquier sanidad, pública o privada, se aprueban en el Parlamento
Europeo.
¿Paga
recibos, necesita un crédito, tiene alguna tarjeta? Quien toma las
decisiones sobre cuáles serán sus derechos como consumidor y
establecerá algún limite al posible abuso de su banco serán esas
instituciones a las que quizá usted no da la importancia que tienen.
Por
no aburrir, ¿sabe que la composición de su ropa interior está
reglada por normativa europea?, etc. etc.
Vargas
Llosa dijo una vez: "Los pueblos a veces se equivocan, y a
menudo la pagan caro”.
Conciudadano
abstencionista, al margen de ideologías, ¿cree sensato dejar en
manos ajenas lo que tanto afecta a su vida?, en especial si es de los
que quieren que Europa cambie. Le va a resultar caro, sí o sí. Lo
malo es que un posible elector no participe le va a salir caro no
solo a él, sino a todos nosotros.
Mayo
2019
Isidoro
Gracia
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