lunes, 16 de noviembre de 2020

SEPULCROS BLANQUEADOS. Antonio Campos Romay

Atribuyen a Jesús en el Evangelio de San Mateo esta metáfora. En ella compara a los fariseos con sepulcros blanqueados, relucientes por fuera, pero llenos de podredumbre repugnante y vomitiva en su interior. Metáfora que con diversas variante vale para calificar a hipócritas, farsantes, inconsecuente con sus ideas, que con sus predicas siembran dolosamente semilla vírica en el pueblo.
En palabras de ese Evangelio previene Jesús, “Guardaos de los sabios a quienes les gusta andar con vestiduras largas y recibir saludos en las plazas, y los primeros asientos en las sinagogas y los primeros sitios en los banquetes; que devoran los bienes de las viudas fingiendo rezar mucho: ésos recibirán mayor condena” .
Se rasgan con cinismo las vestiduras todo un coro de plañideras por los votos favorables al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (seis dentro de ciento ochenta y tantos) del grupo parlamentario de Bildu. Lo hacen desde la bancada donde la derecha pierde su casto nombre y desde otros espacios donde hace tiempo dejaron de ser castos los que los pastorean. En tanto, los mugidos de los hooligans mediáticos, se alzan iracundos desde sus pesebres.
Piadosos demócratas, cristianos quizás algunos, que se invocan constitucionalistas, rogaban a su Dios que la banda armada dejara el crimen y el horror en la sacristía y entrasen en el Templo de la Democracia para orar todos juntos. Fundamentalmente, gobiernos socialistas del brazo de la sociedad, con soterrada pena de los que en el dolor de los compatriotas veían un filón de votos, acabaron con la ordalía sangrienta.
Un significativo esfuerzo final del presidente Sr. Rodríguez Zapatero y del difunto Sr. Ruvalcaba, derrotó la violencia. Y se hizo, pese al acoso y zancadillas permanentes desde los bancos siniestros de la diestra, donde se desmelenaba con desusado denuedo un enloquecido Torquemada de vía estrecha, que hoy disfrazado de Vox se sienta, para oprobio de la Soberanía Nacional, en la Mesa del Parlamento.
Muchos de aquellos criminales siguen en las cárceles, otros pese a las apariencias, en el ostracismo social. Alguno aún anda huido de la justicia. Una generación distinta, consciente de la brutalidad del drama habido y de su inutilidad, eligió sin dudar votos frente a balas. Pero, hete ahí que los que los que ayer en este Valle de Lagrimas imploraban encarrilasen su vida por la vía política, hoy rugen escandalizados porque actúen en ella… Y más rugen cuando las urnas se abren y legitiman su presencia… En Euskadi los hacen segunda fuerza política y en el Estado los equiparan a la clásica representación vasca, PNV.
Estos sepulcros blanqueados ayer, cuando aún eran alguien en Euskadi, pactaron con este grupo presupuestos en ayuntamientos, medidas legislativas y comunicados conjuntos en la Cámara Vasca y negociaron varias veces en la Comunidad de Navarra. Su Sumo Sacerdote, Aznar, los calificaba en tiempos que el terror acogotaba el país, como “Movimiento Vasco de Liberación” y sin el menor reparo acercaba presos terroristas (más de cuatrocientos) a su lugar de origen…
Son estos, los sayones que hoy azotan con su casposa hipocresía a los publicanos que intentan enderezar con no pocas dificultades en medio de la pandemia, el camino del país. Demócratas a tiempo parcial. Tan parcial, que no les da tiempo para habituarse a habitar en la democracia. Recuerden, solo el que esté libre de pecado puede arrojar la primera piedra.
No sean cínicos señores…No hable Sr. Casado de rayas negras. Tan notorio fracasado en las citas electorales, de la negrura que puede hablar es de su decencia política. Por mucho que lo arropen el ruido de comparsas útiles que aprovechan la batahola para dar voz a sus fobias, frustraciones, o un mal llevar de la gestión de su orfandad de focos.
No sean hipócritas señoras y señores del circo de tres pistas y unidad de destino en el fundamentalismo. Ni sean farisaicos los palmeros que acompañan el cortejo. El único drama que los acongoja, no son ni los muertos ni las víctimas, con las que juegan sin el menor pudor a antojo y conveniencia.
Lo que les resulta intolerable es la percepción de que si se aprueban estos presupuestos, rompiendo la penosa longevidad de las cuentas generales del Sr. Montoro, habrán sido en gran medida inútiles todas las escaramuzas habidas para deteriorar y derribar el ejecutivo, quedando razonablemente expedita la legislatura… Ese si es su drama…
Lo demás son impúdicos fuegos de artificio.
*Antonio Campos Romay ha sido diputado en el Parlamento Gallego

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