lunes, 9 de septiembre de 2013

Julián Besteiro contra Hjalmar Branting

Hjalmar Branting
El impacto de la revolución rusa en toda Europa fue enorme, poniendo en guardia a las burguesías respectivas y dividiendo al movimiento obrero. En una de las conferencias celebradas por la Internacional Socialista, la de Berna en 1919, el delegado del Partido Socialista Obrero Español, Julián Besteiro, se mostró contrario a la resolución mayoritaria, propuesta por Hjalmar Branting, que rechazaba los métodos empleados por los bolcheviques para llevar a cabo la revolución de 1917. En 1919 Rusia estaba en plena guerra civil, en la que lucharon cuatro ejércitos: el partidario de la revolución (rojo), el de los mencheviques, zaristas y potencias occidentales (blanco), el de los anarquistas ucranianos (negro) y el ejército verde de los nacionalistas.
 
También en 1919 Branting se encontraba en la cúspide de su relevancia política: había sido ministro de Hacienda del gobierno sueco y en 1920 sería jefe de dicho gobierno, propiciando que su país entrase en la Sociedad de Naciones. Astrónomo, fue uno de los más importantes representantes del socialismo sueco desde 1889. El profesor de Filosofía Julián Besteiro venía de participar en la huelga general de 1917 siendo uno de sus organizadores, lo que le llevaría a ser condenado a cadena perpetua por un tribunal militar, pero en las elecciones de 1918 fue elegido diputado y liberado.
 
En el seno del socialismo español, como en otros países europeos, se produjo la viva discusión de si abandonar la Internacional Socialista (II) e ingresar en la recientemente creada III Internacional con sede en Moscú (1919). Avilés Farré señala que, con este motivo, la agrupación socialista madrileña pidió un referéndum en el que los militantes socialistas pudieran pronunciarse por la integración en la Internacional comunista. Frente a ello -sigue diciendo Avilés Farré- la dirección del PSOE, encabezada por Pablo Iglesias, inició una táctica dilatoria que mantendría durante dos años, con el objetivo de evitar una escisión en dicho partido, pues entre los militantes de base había una fuerte corriente de opinión favorable a la III Internacional: a España solo llegaban los ecos de una revolución obrera triunfante, no las primeras medidas sectarias de los bolcheviques. 

Por aquellos años el socialista alemán Kautsky se separó de los métodos de Rosa Luxemburgo y, tras abandonar el SPD, volvió a él en 1922. Supo ver que el socialismo solo tenía sentido dentro del respeto a la democracia formal, a la libertad de expresión, de los derechos individuales, del sufragio, pero en España sus ideas no fueron tenidas en cuenta ante la euforia que representó el triunfo de la revolución soviética. En un congreso celebrado en 1919 el PSOE decidió permanecer en la II Internacional, pero propuso la fusión con la III. La escisión, tras muchos debates y varios congresos no se evitó: los socialistas españoles partidarios de la III Internacional entraron en contacto con Mijail Borodin, un bielorruso que colaboró con los republicanos chinos que se habían hecho con el poder desde 1911.

No hubo mucha coherencia entre algunos de los que pretendieron escindirse del PSOE, siendo el caso más sonado el de Mariano García Cortés, pues pasándose al Partido Comunista español recientemente creado, luego se adhirió al liberalismo del conde de Romanones. Ya en 1920 Ramón Merino, entonces secretario de las Juventudes Socialistas, se pasó con armas y bagajes al Partido Comunista de España (poco después lo abandonaría para militar en el sindicalismo amarillo). En el Partido Socialista, por último, triunfaron las tesis que había defendido en 1919 Branting, y no las de Julián Besteiro, que sin embargo siempre colaboró con Pablo Iglesias para que el partido no se escindiese.
L. de Guereñu Polán.

sábado, 7 de septiembre de 2013

¿Por que ayudó Stalin a la II República española?



Alexander Orlov, agente soviético en España

Es muy interesante el trabajo de Ángel Viñas sobre los pormenores que llevaron a Stalin –muy pronto- a ayudar a la II República española. El autor habla de un telegrama que el presidente del Gobierno español, José Giral, dirigió al embajador soviético en París el 25 de julio de 1936. “Giral planteó la posibilidad de adquirir material de guerra de la URSS, pero ni especificó su volumen ni su composición”. También se dirigió a los gobiernos francés y al alemán, por contradictorio que parezca esto último. Por lo tanto no fueron peligrosos extremistas los que recurrieron a la URSS ante el golpe de estado, sino un republicano de izquierdas, cofundador con Azaña de Acción Republicana y luego miembro de Izquierda Republicana. El Ministro de la Guerra era Juan Hernández Saravia, un militar afecto a la República y, como se sabe, los socialistas apoyaban al Gobierno pero no formaban parte de él.

La Unión Soviética, según el autor citado, mostró interés en los asuntos de España el 22 de julio de 1936, por lo tanto unos días antes del telegrama de Giral, y consistió en el suministro de combustible a la República a un precio reducido. Ángel Viñas sostiene que las razones de la colaboración (creciente) de la Unión Soviética con la República española fueron estratégicas e ideológicas. Entre las primeras está el hecho de que durante los años de la guerra civil en España se estaban produciendo las grandes persecuciones y purgas contra todo disidente, sobre todo troskistas, y en España los había, prueba de lo cual es el Partido Obrero de Unificación Marxista, recientemente fundado y que actuó muchas veces al lado de los anarquistas, sobre todo en Barcelona. La actitud del Partido Comunista de España y agentes soviéticos contra el POUM contribuyen a esa lucha entre los seguidores de Stalin y los troskistas. Obviamente, la actuación del Gobierno de Juan Negrín contra el POUM entró en la lógica de disciplinar a todos los que se reclamaban antifascistas.

Las razones ideológicas para que Stalin ayudase a la República estarían en segundo plano, aunque lógicamente a la URSS no le interesaba un régimen afín a los nazis en España. De todas formas Ángel Viñas demuestra como Stalin no pretendía la sovietización de España, sino una República en manos de la burguesía de izquierdas, socialistas, etc., máxime teniendo en cuenta que la política de Frentes Populares ya había sido aceptada en Moscú para el resto de Europa y que el Partido Comunista de España contó con ministros desde el primer gobierno de Largo Caballero (1936).

(Ver: http://www.cepc.gob.es/publicaciones/revistas/revistaselectronicas?IDR=9&IDN=645&IDA=26805)

L. de Guereñu Polán. 

Siria y Obama

Lo de que el presidente Obama tiene un objetivo exclusivamente estratégico al intervenir militarmente en Siria parece estar cada vez más claro. Veremos si -llevada a cabo dicha intervención- no se producen los famosos "daños colaterales" que sufriría la población civil. Las razones humanitarias para evitar que dicha población no sufra los desmanes del régimen sirio no parecen estar en la mente del presidente norteameriano, pues de ser así hay sobrados casos para que Estados Unidos interviniese y no solo militarmente. Lo que pasa es que Siria está donde está, en oriente próximo y es una aliada de Irán, verdadera potencia regional y hostil a los intereses norteamericanos y occidentales en general. A ello se une la prisa que las autoridades israelíes tienen porque se produzca dicha intervención militar, porque es con el gigante americano detrás como tiene razón de existir Israel. 

En Yemen la violación de los derechos humanos es diaria y masiva, con gas mostaza o sin él; en Uganda una guerra que lleva décadas utilizando a niños-soldado se ha cobrado ya más de 200.000 víctimas; en Birmania, en Chad (donde la guerra se ha extendido a Darfur); en Etiopía las masacres se cuentan por cientos; en Filipinas el pueblo moro está siendo sometido por la fuerza; en el norte de Pakistán la guerra hace estragos entre la población civil; en la República Centroafricana las milicias han atacado a la población cobrándose cientos de víctimas (otra cosa es que las muertes no se hayan producido con armas químicas); en la República del Congo, en Somalia, en Sri Lanka hay conflictos lacerantes; en Sudán, mientras que colea gravemente todavía la intervención de Estados Unidos en Irak (con la ayuda vergonzantes del Reino Unido y España, además de otros países-comparsa). No cito aquí todos los conflictos en los que la ayuda humanitaria de occidente -y particularmente de Estados Unidos- o es insuficiente o no existe. 

Los aliados de Estados Unidos, por ahora, son los déspotas de Arabia Saudí (todo un ejemplo de respeto a los derechos huamnos), Corea del Sur (donde el nivel de corrupción es la seña de identidad del país), el mundo anglosajón con Australia, Canadá y Reino Unido a la cabeza (en este último el Parlamento ha desaprobado la intervención), Japón (unido a Estados Unidos por razones puramente económicas), Turquía (que es la otra potencia regional en la zona y que quiere hacer méritos de occidentalización), Francia e Italia (gon gobiernos o presidentes socialistas que son la vergüenza de la izquierda internacional) y España, que ya veremos a donde llega el mentiroso don Mariano con sus bravuconadas. Nada parecido a una verdadera coalición internacional, pues no están por la labor muchos países árabes, ni democráticos europeos, mucho menos sudamericanos... mientras tanto las autoridades chinas están haciendo negocios.

Obama, como Bush, no quieren entender que el respeto al derecho es básico en las relaciones entre personas y entre pueblos; también entre estados. Que el asesino Asad lo sea, que su régimen sea repugnante, no da legitimidad (mucho menos legalidad) a ningún mandatario para intervenir si no es con la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, precisamente porque allí es donde se discuten todos los intereses en juego: los humanitarios, los estratégicos, los ideológicos, los económicos. Lo demás es un delito en el el que presidente Obama incurrirá (si interviene) pero no le coge de novato, pues ya ha demostrado su idea de la democracia en Guantánamo y con el asesinato de Osama bin Laden, entre otros ejemplos.

L. de Guereñu Polán.
Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita, España, Turquía, el Reino Unido

EEUU incluye a España en la lista de aliados que apoyan un ataque a Siria,Política. Expansión.com
ustralia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita, España, Turquía, el Reino Unido

EEUU incluye a España en la lista de aliados que apoyan un ataque a Siria,Política. Expansión.com
Australia, Canadá, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita, España, Turquía, el Reino Unido

EEUU incluye a España en la lista de aliados que apoyan un ataque a Siria,Política. Expansión.com

martes, 3 de septiembre de 2013

MINERÍA Y SOCIEDAD


La minería es tan antigua como la civilización humana. Incluso  sin saberlo estamos rodeados de innumerables  productos mineros : en la pasta dentífrica, las medicinas ,  muchos  alimentos y   los colores de nuestra ropa,  además  de , como es evidente ,  en  casi todos los productos  y  procesos  de nuestra sociedad de consumo. Sin minerales simplemente no habría civilización y cualquier  discusión sobre si la posibilidad de prescindir de ellos  es tan  absurda como  inútil. Si no los explotamos en nuestros territorios, donde el proceso está sometido a todo tipo de normas y vigilancias,  tendremos que seguir robándoselos a los países poco desarrollados.

Hay dos modelos de propiedad  de los recursos minerales de un país: o pertenecen al conjunto de la sociedad (al Estado) o son propiedad  privada de   personas (físicas o jurídicas). En España desde hace siglos  el modelo seguido ha sido el primero y solamente mediante un sistema de concesiones, regidas por normas jurídicas precisas  puede cederse su investigación y explotación a  las personas privadas. Sin un conocimiento profundo del entramado jurídico desarrollado como fruto de la larga historia  de este sector económico en nuestro país no es razonable pretender cambiar  sobre las normas aplicables  a la explotación   de estos recursos que, por otra parte,  son no renovables, pero cada vez más reciclables.

Como todas las actividades humanas la actividad minera puede hacerse de manera racional, siguiendo los  conocimientos disponibles en cada momento, o de forma improvisada y falta de cualquier criterio técnico, legal, ético o social. Las repercusiones de hacerlo de una u otra manera  no son  diferentes a las de hacer lo mismo  con  otras actividades básicas para la sociedad como la agricultura  o la construcción de  grandes   infraestructuras. Si se hacen aprovechamientos racionales y siguiendo  normas   adaptadas a los mejores conocimientos disponibles en cada momento, los resultados serán  asumibles  por la sociedad. En caso contrario  solamente se llegará  a situaciones imposibles de manejar  y a la  decadencia social.


Dr .Alfonso S. Gracia Plaza

Geólogo

domingo, 1 de septiembre de 2013

Siria y Malí

La pretensión del presidente francés, Hollande, de que la intervención de su país en Malí tuvo las mismas intenciones que la que ahora se prevé para Siria no se sostiene. En primer lugar, en el caso de Malí se trató de una solicitud del propio gobierno local para combatir el terrorismo islamista que amenaza la zona y también a occidente. Colaboraron en ello varios países africanos y Francia como antigua potencia colonizadora que mantiene relaciones económicas y diplomáticas especiales con el país africano.

El caso de Siria es muy distinto: el gobierno del país no ha pedido intervención extranjera alguna -ni siquiera a Irán- y es lógico que así sea porque el problema es una guerra civil entre una heterogénea oposición y un régimen criminal. Israel sí está interesado en una intervención internacional en Siria (las autoridades, se entiende, y los sectores más reaccionarios de la población).

Por otra parte, si de lo que se trata no es derribar al régimen sirio, verdadera pesadilla para su población ¿cual es el objetivo de una intervención militar extranjera que no cuenta con la autorización de la ONU y por lo tanto sería ilegal? Se barajan varias hipótesis pero la única que está clara es el auxilio a la población civil que está siendo atacada con armas químicas. Si existen otras intenciones lo dejo a los que más sepan.

Estados Unidos, Francia (que también fue potencia colonizadora en Siria) y la comunidad internacional han tenido mucho tiempo para combatir las armas químicas: mediante el espionaje, los organismos internacionales, la exigencia de inspecciones sin necesidad de tener que llegar a una guerra. Es en el día a día cuando se defiende eficazmente a la población civil indefensa, no cuando un conflicto armado está en marcha (el "no a la guerra" es vacío, pues la guerra ya está en Siria y la oposición tiene derecho a reclamar otro régimen). ¿Que hicieron los señores Obama y Hollande durante el tiempo en que gobiernan sus respectivos países por combatir la existencia de armas químicas? Esta sería una buena aclaración para el mundo; a no ser que no hiciesen nada. Pues si es así, están menos legitimados aún para intervenir en Siria.

¿Se pueden destruir los puntos de almacenamiento de armas químicas sin que sufra la población civil? Los militares sabrán de esto pero lo cierto es que la inteligencia militar ha demostrado errores garrafales durante las últimas décadas del siglo XX y lo que va del XXI. Quizá ello sea así porque la "inteligencia" militar actúa con una lógica distinta a la de los demás mortales. Queda por explicar el giro que representa la política del presidente Hollande y sus consecuencias. (La fotografía de arriba se refiere a la utilización de armas químicas en la guerra de 1914, un siglo perdido al parecer).
L. de Guereñu Polán.