El registrador con registros políticos de lo más rancio de
la “España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía” decía rotundo "YO NO VOY A SUBIR LOS IMPUESTOS,
porque subir los impuestos hoy es darle una vuelta más a las maltrechas
economías de las familias y las empresas”. Todas sus actuaciones fueron en
sentido contrario, incluyendo la sangría del IVA. "NO VOY A TOCAR LAS PENSIONES",
porque el PP está comprometido en mantener el poder adquisitivo de las
pensiones". Lo primero que hizo fue
desligar las pensiones del IPC, lo que
significa abocarlas a permanente pérdida de poder adquisitivo. Su voracidad
impúdica dejó exhausto el Fondo de Reserva de pensiones. NO VOY A TOCAR LA SANIDAD, ni a introducir el
copago en Sanidad" “NO VOY A HACER RECORTES EN SANIDAD”… implantó el copago para los pensionistas, para el
transporte sanitario, para medicamentos de patologías crónicas habituales, como
hepatitis C o leucemia, o las prestaciones orto-protésicas. Violentando la Ley
General de Sanidad ha dejado casi 900.000 ciudadanas y ciudadanos fuera del
sistema. Y un excelente sistema sanitario dañado de gravedad por recortes
sangrantes y privatizaciones orientadas a lucrar especuladores. MI OBJETIVO ES
LUCHAR CONTRA LA CORRUPCIÓN. Sus actos fueron la cobertura constante a miembros
de su partido involucrados en situaciones anómalas con la justicia. Su
trasparencia tiene respuesta en las dificultades creadas a jueces y policías en
su labor y en los martillazos que
rompieron los discos duros de los ordenadores de la organización que preside.
Organización financiada corruptamente según establecen las pesquisas
realizadas, siendo el primer presidente de la democracia que ha tenido que
pasar por un juzgado para declarar como testigo por ello. PROPICIARÉ EL RESPETO
A LA INDEPENDENCIA E IMPARCIALIDAD DE LA JUSTICIA”…Nunca la ciudadanía albergó
tantas dudas sobre ello, o que la justicia fuese igual para todos. Máxime tras
el constante baile de nombramientos hasta que por “pura casualidad” los
confortables y adictos están situados en las poltronas adecuadas. EL PP ESTA EN
CONTRA DE ABARATAR EL DESPIDO, “no vamos a abaratar el despido, sino a abaratar
el coste de la contratación". Su reforma laboral aprobada al mes de estar
en La Moncloa abarató el despido reduciendo drásticamente la indemnización por
año trabajado, precarizando los salarios
de forma dramática y degradando la calidad del empleo a niveles
desconocidos.
El sexenio negro parió y mantiene
vivas leyes como la ley mordaza, usada sin el menor rubor. Recortó derechos
ciudadanos, sociales y libertades
públicas. Dañó de forma dramática el sistema público de educación siendo un
momento álgido de tal ignominia la presencia en el ministerio del más
deshonroso titular en democracia al frente esa cartera, JOSÉ IGNACIO WERT.
Desmanteló las energías renovables cebando con energía feroz el saqueo de “las covencionales” al bolsillo de la ciudadanía. De camino, desmontó gran
parte de la legislación medioambiental.
El sexenio negro pudrió una serie
de valores y pervirtió la política parlamentaria. Y donde había un problema no
nuevo, de entendimiento y concordia, Cataluña, engendró, propició y alentó un
brutal desencuentro auspiciando una crisis desquiciada de incierta solución. Y
al tiempo desenterró viejos fantasmas de trágica memoria. Y de forma
sistemática, amén de dividir políticamente la sociedad, la fracturó socialmente
creando un abismo social al que está abocada la gran mayoría de la ciudadanía
para beneficio de unos pocos.
El sexenio negro es la biografía
de la España claudicante, doblegada a la especulación financiera, la
corrupción, la impunidad y la permanente
pérdida de prestigio internacional. De la mentira y la falacia gubernamental
como norma. Del desencuentro y del regreso a la sangría de la emigración,
especialmente de los más jóvenes o de los profesionales mejor formados. De la
manipulación más descarada de los medios de comunicación públicos. Y de
ministros y altos cargos reprobados y del sistemático incumplimiento de las
votaciones parlamentarias cuyo resultado
fue adverso a la minoría mayoritaria.
M punto Rajoy, es un presidente
cuya decencia política está en severa cuestión. Que esgrime la mentira como
habito. Cuya actitud en orden a la ética política y asunción de
responsabilidades es de imposible homologación con los hábitos democráticos del
resto de los dirigentes europeos. Uno de los políticos reiteradamente peor
valorados de España. Incapaz de aportar soluciones más allá de sus permanentes
maniobras dilatorias. Que hace mucho dejó de ser la solución, siendo parte
sustancial del problema. Un presidente que únicamente sobrevive a su incuria,
medianía, y fragilidad parlamentaria, por la fragmentación de sus opositores
sumidos en políticas erráticas, luchas intestinas, incapacidad para el acuerdo, inercias y personalismos suicidas. Una
oposición que pierde el partido, no solo por insuficiencia, sino por
incomparecencia.
Y…así empezamos 2018… Lo difícil,
es presuponer como lo acabaremos…
Antonio Campos Romay
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