EL LICENCIADO CASADO

Cuando parecía que el Sr. Casado había alcanzado la cima de lo risible exhibiendo su incultura política en la que solo cabe resentimiento y odio, asaltan la estupefacción ciudadana las últimas declaraciones del ilustre “postgrado de Harvard”. 

 Acusa indignado al diabólico presidente Sánchez de nombrar “a dedo” a los miembros de su Gobierno. Lo dice el brillante alumno de Derecho que de una tacada superó 12 materias de las 25 en juego. Logrando el título en apenas cuatro meses tras ser elegido diputado de la Asamblea madrileña en 2007 mientras ostentaba la presidencia de Nuevas Generaciones. Un tema donde no ofrece la menor duda que las imperativas llamadas de Doña Esperanza Aguirre a los responsable académicos, no tenían otro ánimo que el apoyo pedagógico. 

Era consciente esta dama de su ingente intelecto. Ya con 23 años y carente de cualquier licenciatura lo colocó de asesor en materia jurídica del consejero del ramo y vicepresidente 2º de su Gobierno con un modesto estipendio de 50.000 euros al años. Esta eminencia gris del que las malas lenguas académicas dicen “es imposible hacer media carrera en un año”, aspira entusiasta a presidir España pese a mostrar desconocer la Constitución y su Título IV, Artº 100. Nombramiento de los Ministros: “Los demás miembros del Gobierno serán nombrados y separados por el Rey, a PROPUESTA DE SU PRESIDENTE”. 

Es difícil sustraerse a la visión del desatino y penuria intelectual de este caballero, que ya se ha evidenciado en otras ocasiones de forma sonora. Aunque es justo reconocerle que a veces atina. “El PP tiene credibilidad para hablar de corrupción. Porque es nuestra seña de identidad”, (rueda de prensa en 2017).

Aspirando este buen hombre a gobernar el país, es de suponer que con la Constitución, parece oportuno que le eche un vistazo, al menos al capítulo que indica quien designa a los ministros. Insistiendo en ello hasta lograr asimilarlo, “Los miembros del Gobierno serán nombrados y separados por el Rey a propuesta de su Presidente”… 

Este demócrata abanderado del constitucionalismo y de la libertad, (“el aborto no es un derecho”, 20-07-2019), que se mostró agudo observador de las convulsiones sociales, “El 15M es una revolución capitalista por una ausencia de expectativas de una mejor vida, protestaban porque no iban a tener esa segunda residencia que tenían sus padres”, (11-07-2018), tiene a su favor una virtud. Su tenacidad en demostrar cada día el calado de su ineptitud. Retira con ello la coartada a quien le de el voto, pues no podrán alegar ignorancia sobre su incompetencia. 

Es entendible la desesperación del Sr. Casado porque su “amiga” y su “padrino” anden afanados en dejarle las nalgas sin silla en que aposentarlas. Pero esto no le autoriza a abrazar el camino asilvestrado de insultar la inteligencia de sus compatriotas. Ni a martirizarlos con sus simplezas porque le huye la tierra bajo los pies víctima de “fuego amigo”. 

Tampoco a ofender la sensibilidad del país refiriéndose con indecencia a la mayor tragedia del siglo XX español, la guerra incivil, “Un enfrentamiento entre quienes querían democracia sin ley y quienes querían ley sin democracia”. Ni a esconder su insignificancia con afirmaciones tan indecorosas como las referidas al presidente constitucional de España, “Es un presidente ilegítimo”… “Está cometiendo alta traición”. (6-02-2019)… 

Debiera respetarse a sí mismo el Sr. Casado mientras cobre de lo público. Aunque sea consciente que no merece el menor respeto. Y sobre todo, respetar la Constitución, la Democracia y a los españoles.

ANTONIO CAMPOS ROMAY

Exdeputado do Parlamento Galego