Desea ser Presidente de nuestro país. Loable aspiración si conlleva espíritu de servicio a la ciudadanía y animo de ennoblecer la política. Como ciudadano interesado en la res publica, le observo curioso e indignado por sus tropelías en tierra gallega. Arruinar las Cajas de Ahorro para servirselas en bandeja a precio de saldo a un magnate venezolano que gracias a usted hizo las Américas en Galicia. Destruyó una herramienta financiera optima para nuestro desenvolvimiento. O la tomadura de pelo al sector, el naval, siempre en dificultades, con sus cacareados contratos mexicanos para construcción de buques, saldado en patético fiasco. Envuelto en oscurantismo y falta a la verdad. Un par de ejemplos lamentables, entre muchos otros penosos.
Sr. Candidato hay consideraciones que sinceramente inquietan. Se le adivina tan urgido por acceder a La Moncloa que hace todo menos vestirse despacio. ¿Cree decoroso Sr. Candidato, que para poder poner sus posaderas en tal lugar, puede vender la nación a un indeseable postor? Usted es consciente de lo que significa VOX, una lacra de índole similar a los integristas que están invadiendo el tejido europeo como fascitis necrosante del tejido democrático.
¿Sr. Candidato, obnubilado por su gula monclovita, es cierto y verdad que abrirle las puertas al monstruo se le trae al pairo? Sea en Ayuntamientos, Comunidades o el Gobierno de España si hubiere lugar. Ciertamente a su ideelogia liquida, y a su presunta moderación, le importan un bledo.
Sr. Candidato ¿es usted consciente de que aboca a España a una “longa noite de pedra” sin el menor respeto a quienes durante décadas construyeron la democracia y el estado de derecho (incluidos los más lúcidos de los suyos) y lo que es mas importante, a la ciudadanía?. ¿Que contribuye a empujar a Europa a ese precipicio que se cierne en un horizonte inquietante?
Puede Sr. Candidato que piense que este tema, (que se le está yendo de las manos), no le afecta entre sus radicalizados electores que al igual que a usted se les da una higa jugarse el futuro de la democracia. Quizás vea en su ruido la oportunidad de rehuir el debate sobre temas capitales que tanto le incomodan. Situación económica. Estabilidad en el empleo. Industrialización. Solidaridad de rentas. Vivienda. Bloqueo de la Justicia. Horizonte de las pensiones. Servicios básicos del estado de bienestar, sanidad, educación, cobertura social de los mas vulnerables. Impuestos. Hipotecas…
Sr. Candidato, ¿no le queda un ápice de decencia democrática cuando baja la testuz ante sus socios pactando la derogación de las políticas de género? Usted usó las victimas de un terrorismo ya erradicado para hacer demagogia indecorosa. Desde el profundo respeto a cada victima, desde el dolor por cada una de ellas, ETA asesinó a lo largo de casi cincuenta años, 850 compatriotas. Hace doce años yugulamos ese rosario criminal. Desde principios del 2000, mil doscientas mujeres han sido asesinadas por violencia de genero, en crímenes machistas. Asesinatos que siguen hoy sembrando dolor y sangre. Pero usted Sr. Candidato antepone su animo logrero y se pliega servil a sus compañeros de cama política. Para usted La Moncloa es el todo, Ante ello carecen de interés las mujeres maltratadas ó asesinadas, los huérfanos, la amargura, el sobresalto y terror de las victimas.
Sr Candidato, ¿se cree digno de presidir España, mintiendo sobre la realidad económica para con tal falacia intentar desestabilizar el país, solo para servir su interés? ¿Cree merecerlo, zancadilleando la credibilidad nacional en Europa, anteponiendo al bien común, su codiciado objetivo?
Sr. Candidato, ¿tendrá usted la gallardía de debatir con el Sr. Presidente del Gobierno, cara a cara, y en otro formato, incluyendo a la Sra. Diaz y el Sr. Abascal? O tendremos otro recital de cazurreara escurriendo cobarde el bulto, para tapar sus carencias y su ausencia de programa, del que lo poco que conocemos es por “la lona del odio” colgada por sus socios, que usted pacta compartir: Derogar y tirar a la basura todos los derechos y conquistas sociales. Cercenando la armonía, la convivencia y la dignidad democrática.
*Antonio Campos Romay ha sido diputado en el Parlamento de Galicia
1 comentario:
Perfil acertado de un sinvergüenza político.
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