viernes, 7 de julio de 2023

La Presidencia Española del Consejo y cuando la U.E. no se atrevió a ser los E.U.E.

                                        

    La quinta presidencia española del Consejo Europeo está destinada a ser la última en la que puede completarse un proceso legislativo completo antes de las siguientes elecciones al Parlamento Europeo. Este dato resalta la importancia de las normas que puedan tramitarse, en especial sobre todo aquello que sea urgente.

Analizar cualquier proceso europeo en clave local y a corto plazo, como se hace con frecuencia aprovechando cualquier hecho o decisión que afecte al entorno cercano de cada estado o región, es inútil y peligroso porque hace olvidar la justificación profunda de la existencia del proyecto Unión Europea.

La Unión Europea es algo más que una mera suma de Estados, es una creación que tuvo y aún tiene (o debería tener) como primer objetivo salvar a la propia civilización europea del colapso, al que se vio abocada por las continuas guerras entre vecinos.  Esto lo vieron claro, no solo los padres fundadores de la C.E. sino dirigentes relativamente próximos, en términos históricos, como Kolh, Mitterrand, o Felipe González, incluso alguien tan poco pro Unión como Thtacher, que habría sido inmisericorde con los responsables del Brexit. ¿Cómo es posible que los actuales herederos en las funciones de gobierno hayan perdido esta perspectiva?

Es cierto que en muchos de los grandes temas imprescindibles para consolidar e incrementar el innegable éxito del proyecto U.E. se avanza a ritmo de caracol a pesar de estar bien identificados, pero no es menos cierto que el principal objetivo: que dejásemos de matarnos entre vecinos, va por la séptima década de cumplimiento. También es cierto que circunstancias excepcionales, como el Covid o la guerra en Ucrania, han obligado a decisiones no previstas que han significado saltos muy significativos en colaboración y solidaridad, y en campos tan controvertidos como las reglas fiscales o la defensa común.

Las prioridades declaradas por el actual Gobierno son:

    • reindustrializar la UE y garantizar su autonomía estratégica abierta;

    • avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental;

    • impulsar una mayor justicia social y económica;

    • reforzar la unidad europea.

Una aproximación a los problemas que aparecen todos los días en la portadas de los medios de comunicación mínimamente serios que estarían comprendidos en esas prioridades sería: disminuir la dependencia de suministros vitales para Europa de competidores como China y EEUU; afrontar los efectos del cambio climático, con atención especial a la energía tema en el que somos dependientes hasta extremos inaceptables, el cuestionamiento de derechos fundamentales, no solo hacia los propios ciudadanos, sino también hacia los que nos llegan por tierra, mar y aire (en contra de la opinión publicada el número de los que llegan por avión es similar a las de otras vías) y reforzar la defensa y las relaciones exteriores con la mayor autosuficiencia en general y la colaboración y apoyo entre todos los estados.

¿Y a qué viene la referencia en el título a unos posibles “Estados Unidos Europeos”, apoyados en un Tratado que establecía una Constitución para Europa? Respuesta: Esa Constitución en su articulo I-13 recogía las competencias exclusivas de la Unión, pocas, pero de obligado cumplimiento, y en el articulo I.14 las compartidas con los Estados, muchas. Pues bien en la mayor parte de los temas que son objeto de controversia en los Consejos de la U.E.(Por ejemplo energía, política social, medio ambiente o espacio de libertad, seguridad y justicia), que hoy exigen unanimidad para su acuerdo, podrían afrontarse y tramitarse con mayorías cualificadas, basadas en el número de estados que las apoyaran y sumaran un determinado tanto por ciento de ciudadanos.

Las Elecciones Generales del 23J que se han cruzado en el camino de esta Presidencia reclaman que se preste atención no solo a las prioridades e intenciones del gobierno, también es necesario se atienda a que se puede esperar de la oposición. Para ello acudo simplemente a noticias que pueden encuadrarse en las prioridades oficiales.

Día 1 de julio - El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha compartido este sábado su "lealtad y compromiso" para que este semestre, en el que la presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE) recae sobre España, sea un "éxito de país".

Día 23 de junio- Parlamento Europeo. La derecha y la extrema derecha se alían en Estrasburgo para frenar la agenda europea contra la crisis climática

Día 1 de junio - El Partido Popular y Vox han votado en contra de una directiva europea que busca evitar la explotación laboral, que incluye el trabajo infantil, y que las empresas no sean responsables con el medioambiente.

Fechas anteriores- Los eurodiputados del Partido Popular se han abstenido y los de Vox han votado en contra este martes en el pleno del Parlamento europeo de la aprobación, por parte la Unión Europea, del reconocimiento de las uniones del mismo sexo formalizadas en otros Estados miembro para asegurar los derechos del colectivo LGTBI y de sus familias, incluidos el de libertad de circulación y el de reagrupación familiar.

En mi opinión la interpretación que Feijóo hace de la “lealtad y compromiso”, a la luz de los hechos consumados del PP , me resulta extraña, contraria a los intereses de España y de los ciudadanos europeos y mas en relación con ideas anti-europeistas y negacionismos varios.


Julio de 2023

Isidoro Gracia

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