miércoles, 26 de septiembre de 2012

Tres elecciones importantes

Creo que las únicas elecciones convocadas en España de acuerdo con los intereses generales, de las tres que se celebrarán el 21 de octubre y el 25 de noviembre respectivamente, son las de Euzkadi, pues el Partido Popular había anunciado al Lehendakari que no daría su aprobación a los presupuestos para 2013 y, de esta manera, no era posible afrontar los problemas eonómicos que tiene la comunidad como el resto de España. Además, el Presidente López ha demostrado desapego al poder pues es casi seguro que ganarán las elecciones los nacionalistas, pero habrá rendido un servicio al pueblo vasco al administrar dicho país sin estridencias y en la búsqueda incesante del fin de ETA.

El Presidente gallego persigue que sus conciudadanos no sepan lo que él y el Presidente del Gobierno español les tienen preparado para después de las elecciones: medidas reaccionarias, apoyo a la Iglesia, a la banca, a los grandes industriales, a sus amigos y demás clientela mediática y económica. El caso de Cataluña es de una burla difícil de encontrar en nuestro entorno. Mediada la legislatura se convocan elecciones porque hubo una manifestación que parece apuntar un apoyo notable al independentismo, pero el President no ha combatido el paro, ni ha incentivado las insfraestructuras, aunque sí ha cumplido el mismo papel que Don Mariano pero en Cataluña: rcortar derechos y recursos al sector público.

Si las las tres elecciones fueran favorables a los tres nacionalismos (el español del PP en Galicia, el del PNV en Euzkadi y el de CiU en Cataluña) las cosas se pondrían muy feas, porque en definitiva sería una vuelta de tuerca más en favor de la derecha, y además enfrentada entre sí. La izquierda está casi laminada de las instituciones españolas que vayan más allá de la administración local. Pero si los resultados que CiU espera no le fueran tan favorables, si el Partido Socialista fuese la segunda fuerza en Euzkadi y el PP no pudiese formar gobierno en Galicia, cabría una esperanza. Sobre todo si en Galicia los que gobiernen lo hacen, no como en cierta legislatura reciente, que no lo hicieron o lo hicieron insatisfactoriamente a juicio de su electorado: a las pruebas me remito. 

Si España entra en una dinámica de lucha entre dos nacionalismos: el español y el periférico, en vez de en la dialéctica que siempre defendió la izquierda, que es defender intereses de clase, las cosas irán mal, porque los problemas verdaderos quedarán aparcados para hablar de nuevos estatutos, referendos y otras milongas por el estilo; se tensionarán las relaciones institucionales y políticas; la calle puede llegar a arder y al Partido Socialista le correspondería -creo yo- un papel clave en la ordenación de todo este galimatías, en el equilibrio que necesita el país, en la gran lucha por nobles objetivos que están olvidados, y que no veo puedan ser otros que los socialistas y el conjunto de la izquierda quienes puedan rescatar.

L. de Guereñu Polán.

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