lunes, 27 de mayo de 2013

Desterrados de nuestro futuro.

Hoy, otro familiar, sobradamente preparado, emigra a un país desarrollado, buscando lo que le deniegan en el propio: un futuro. Con él se van otros 10.000 € de inversión en formación y dos hijos que abundarán en la crisis demográfica del país. Pero, lo que puede parecer el filicidio patrio, es simplemente una muestra más de nuestra historia política, consentida y programada, propia de un país periférico, que comparte con el Tercer Mundo características tales como: la exportación de riqueza (deuda externa) a los países ricos, trabajadores (ahora formados) a estos mismos, y materias primas o industriales producidas con mano de obra barata. La razón de esta constante herencia genética ha estado en el mantenimiento de los poderes fácticos, que nunca quisieron la mejora de su ciudadanía, y basan su supervivencia en la incultura (educación religiosa, control de los medios e ivazo cultural) y el control de la clase trabajadora (ahora llamada clase media para fomentar el autoengaño y al individuo sobre el grupo) mediante vías como la esclavitud hipotecaria. Estos clanes, incluso familiares, que mantienen el sistema caciquil (aumento del poder de las diputaciones, privatización de los bienes públicos, justicia y sanidad para la elite) y que nos hicieron creer durante años el sueño de la Transición, deben su existencia a la mediocridad del país, al destierro de los mejores; círculo vicioso del que sólo podremos salir unidos, cuando el poder recaiga verdaderamente en el pueblo. Mientras, estaremos abocados a la regresión al blanco y negro, a ser protagonistas de “Cuéntame” o a volver a la Edad Media, como deja entrever la iniciativa de Rouco Varela de crear un equipo de exorcistas ante el aumento de los casos de posesión, o será gente que ya ha perdido la esperanza.
 
Guillerme Pérez Agulla

1 comentario:

Mol dijo...

guillerme canta razón tes! una vez que tomas la decisión tan dura de marcharte con dos hijos en la espalda, lo que viene después no será díficil. lo peor es tomar la decisión, eso si que es un brainstorming, sentimientos enfrentados, dolor, ilusión, angustia, esperanza, miedo, valor... pero una vez que cada sensación encuentra su sitio, sólo queda soñar con que ojalá emigrasemos todos a la vez y se quedaran sólo ellos, sin ciudadanos, sin currantes, sin niños, sin país, únicamente un yermo trozo de europa herido y maltratado y sin luz. que vos den polo cú! abur yogur o hasta luego cocodrilo...