domingo, 25 de mayo de 2014

Un país de izquierdas gobernado por la derecha

Las elecciones al Parlamento europeo en España han arrojado una participación que no llega al 46% del electorado, por lo que los electos empiezan con un déficit de legitimidad que debiera obligarles a recuperarla cuanto antes. ¿Como? Con una actitud frenética y ejemplar para que los ciudadanos veamos que hay otras maneras de gestionar los asuntos públicos: bajarse los monumentales sueldos, trabajar en los temas que interesan a la gente, defender los intereses que a cada partido le correspondan por su historia, ideología y tradición. Buena parte del electorado español no cree en esta Unión Europea, no sabe lo que es o simplemente ha querido demostrar su desapego con unos diputados que no han servido a sus intereses.

Al Partido Socialista no le ha apoyado ni uno de cada cuatro electores que han participado, bajando en número de votos, en porcentaje y en escaños notablemente respecto de las elecciones del año 2009. Cinco años en los que la ciudadanía, por medio de sus organizaciones cívicas, estaban advirtiéndole: así no, menos codazos para ocupar cargos, más competencia, menos corruptos, más compromiso con políticas de izquierda, menos acomodación al sistema, más combatividad, necesidad de separarnos de la declinante socialdemocracia europea, más aún de los "mercados" y de sus representantes políticos... pero nada. El Partido Socialista ha seguido siendo lo que viene siendo desde los años noventa: un partido que no veta a los sinvergüenzas, que no quiere abordar con radicalidad los grandes problemas del mundo nuevo: control por parte del Estado de sectores estratégicos de la economía, democratización de la vida pública, combate sin tregua, por medio de los sindicatos y otras organizaciones, a los grandes usureros y taladores de vidas humanas. 

Salvo la primera legislatura del señor Zapatero, el resto ha sido una enorme pérdida de tiempo, a pesar de la honradez del Secretario General, señor Rubalcaba, a pesar de ciertos síntomas como las elecciones primarias, a pesar de algunas propuestas políticas muy válias que hay que seguir manteniendo y que hay que profundizar. O el Partido Socialista se presenta ante la sociedad como un partido distinto (no el "alter ego" del Partido Popular) o no hay manera de que su electorado potencial vuelva a tener confianza en él. Demasiados cuadros medios arribistas y preocupados por su personal situación, demasiado tiempo perdido, demasiados avisos no escuchados. 

La izquierda es mayoritaria en España, como lo demuestran las elecciones actuales y otras muchas en el pasado, pero está gobernada por la derecha. ¿Por que? El Partido Socialista ha claudicado de ser el aglutinador de la izquierda en su conjunto, no ha pretendido conversaciones con Izquierda Unida para hacer lo que ya se hace en la práctica en algunas Comunidades autónomas, se ha dejado escapar la oportunidad de que los que han formado candidaturas minoritarias de izquierda (que creo tienen sus días contados) hubiesen encontrado un lugar en el Partido Socialista. Para ello sería necesaria la generosidad que no ha existido, la altura de miras que no ha existido y apartar a los que ponen por delante sus particulares miras a las de un proyecto renovador en parte, pero que no puede olvidar lo que el movimiento socialista ha sido en la historia.

Creo -y lo siento- que los días como Secretario General del señor Rubalcaba están contados, pero temo que las alternativas que se planteen sean peores. Ojalá me equivoque.

L. de Guereñu Polán.

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