La Moneda, concebida en la segunda mitad del siglo XVIII para
funcionar como acuñadora es un edificio sobrio de estilo neoclásico
construido por el arquitecto romano Joaquín Toesca. Desde mediados del siglo
XIX es sede de la presidencia de la Republica. D. Manuel Bulnes fue su primer
inquilino. En 1973 albergaba la presidencia de la Republica y los Ministerios
de Interior y Relaciones Exteriores. El once de septiembre será el escenario de
la épica de la dignidad, la lealtad y la coherencia.
Allende había, un tanto sorpresivamente en 1971 ganado la presidencia de la
republica encabezando una amplia alianza de marxistas, laicos y cristianos
teniendo como hoja de ruta construir el socialismo en democracia, pluralismo y
libertad. Por utópico que pareciese, Allende fue un hombre con los pies en la
tierra, consciente de su difícil desafío
y también fue un precursor de futuro. “Siempre estaré junto a ustedes,
por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a su patria”.
Un bellas palabras llenas de grandeza y que adquieren valor en sus últimos momentos al
sacrificar su vida para construir una
sociedad mejor. Él era consciente de que tal sacrifico era un ejemplo moral que
la cobardía y el odio de los militares traidores no podría empañar.
Desde los momentos previos a la toma de posesión, con el asesinato del Jefe
del Ejército general Schneider, y luego con el bloqueo económico, los medios de
comunicación en manos de los sectores ultraderechistas, el salvaje paro de los
camioneros en octubre de 1972, el asesinato de su edecán, el comandante Araya, o el tanquetazo en junio de 1973, es sometido
a una permanente desestabilización en la que de forma metódica estaba presente
la CIA como actor intelectual y financiadora a las órdenes del genocida Sr.
Kissinger, que para una nueva deshonra del premio, recibió el Nobel de la Paz y
el delincuente Nixon, tachado como tal por Congreso USA.
La fecha del golpe de estado la fija una reunión mantenida en la residencia
presidencial de Tomás Moro en la que participan Allende, el comandante en jefe
del Ejército general Pinochet y el inspector general del ejército general
Urbina. Allende les informa que en las próximas horas llamara a la nación a
referéndum “para que el país resuelva el camino a seguir”. Con esto se despeja
la tensión y resuelve el conflicto con el Parlamento…Los generales se quedan
estupefactos y solo Pinochet acierta a
decir ..¿Presidente es una resolución definitiva y firme?.. Si general, está
resuelto...Aquello dejaba sin argumentos a los sectores golpistas que tenían la
actuación programada para el día 14.
La noche anterior al golpe Santiago es un crisol de rumores donde se detectan
movimientos anómalos de unidades militares. Lo que se confirma al amanecer del
día once a las 6 horas con la confirmación del alzamiento de la Marina en
Valparaiso de cuya jefatura el almirante Merino depone al constitucionalista
almirante Montero. Es digno señalar que en esa fecha, programadas las maniobras
navales Unitas, de las armadas chilena y USA, las unidades chilenas retornan a
puerto y cuatro unidades norteamericanas se trasladan urgentemente desde el
puerto peruano de El Callao a la costa chilena con clara misión de apoyo al
golpe.
A partir de ese momento los sucesos se suceden vertiginosamente…Allende a
las 7 y vente se traslada a La Moneda con un puñado de incondicionales…Allí
comenzará a hacer realidad las palabras pronunciadas durante la vista de Castro
en el Estadio Nacional de Santiago ante una masa ferviente: “Sin tener carne de
mártir, no daré un paso atrás”. ..”Que lo sepan, que lo oigan, dejaré La Moneda
cuando cumpla el mandato que el pueblo me dio”…”solo acribillándome a balazos
podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el Programa del Pueblo”… A las
8,30 los traidores se sacan las máscaras…La Junta Militar formada por cuatro
felones: Pinochet, Merino, Leigh y Mendoza, encabezando las tres armas y
Carabineros de Chile se manifiesta asumiendo todos los poderes de la nación.
El resto es todo conocido…el horror y la muerte que se desata sobre uno de
los países más avanzados social, cultural
y políticamente de América. Una maquinaria militar implacable asesorada desde el Pentágono
siembras miseria y dolor y muestra la cara más perversa de muchos oficiales
chilenos.
Pasaron 41 años. Desde hace un par de décadas Chile avanza por caminos
democráticos. Hoy, por segunda vez, la hija de un general de la Republica,
Bachelet, asesinado por Pinochet y sus esbirros, preside el país.
Las ultimas frases de Salvador Allende en su discurso de despedida cuando
los asesinos que con su actuación deshonraban el uniforme de las Fuerzas
Armadas chilenas y su larga tradición democrática fueron premonitorias: “¡Viva
Chile! ¡Viva el Pueblo! ¡Vivan los trabajadores!...Tengo la certeza de que mi
sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, será una lección moral que
castigará la felonía, la cobardía y la traición”.
Antonio Campos Romay
1 comentario:
Es muy pertinente recordar que hay otros 11 de septiembre, en los que EEUU fue complice y promotor en vez de victima
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